Tempestad
Vicenta Ferrer y Santiago Cárdenas tienen mucho en común: la profesión que ejercen en la milicia, la edad, un pasado, la forma sádica en que terminan con la vida de alguien y la habilidad de utilizar cualquier tipo de armamento.
Mientras ella usa sus hermosos shurikens, él utiliza sus manos. Mientras ella luce cómo una auténtica belleza inocente nacida del océano, él parece una bestia creada en el peor de los avernos que al salir al mundo real te hechiza con su perfecto atractivo que grita una cosa y es extrema virilidad.
Ambos esconden sus crímenes tras el uniforme de un soldado, pero cada uno tiene propósitos distintos. Cruzan caminos en las duchas de Siria desatando una poderosa atracción que les resulta muy familiar, pero no es hasta que están en México que todo explota revelando verdades que los ata y esclaviza porque hay pasiones y deseos que simplemente no pueden apagarse, mucho menos olvidarse.
¿Será que se dejan someter por lo prohibido e inmoral?
