Mini fanfic parte #2
- Nesa Serna
- 9 jul 2022
- 5 Min. de lectura
Narra Santiago
PARTE 2
Jake no me ha traído el papelito lo cual me tiene con un humor de la verga. Ya me fumé tres porros, me tragué dos puñeteras hamburguesas y diez mazapanes. Si no viene en cinco minutos pondré la central patas arriba porque nadie tocará lo que es mío.
Como león enjaulado camino en círculos mientras veo mi celular el cual muestra la oficina de Vicenta. Ella está tomando el almuerzo mientras lee algo en el computador. No debería estarla vigilando como un acosador, pero jamás he sido un hombre correcto cuando de mi hembra se trata, por ello, disfruto como un demente todo lo que hace incluso cuando es aburrido.
Me grabo la forma en que agarra el taco, el cómo levanta la mano y el dedito meñique para luego acercar el alimento a sus labios y así abrir su apetecible boca para morderlo con deleite.
Me obsesiono con la forma en que sus dientes mastican la tortilla y el como su garganta pasa la comida.
Como poseso me quedo viendo la pantalla haciéndole zoom, erotizando así algo tan banal como un almuerzo. Trago saliva cuando se lame el labio inferior para remover la grasa que desliza por él y percibo como la frecuencia cardiaca me aumenta al ver que un pedazo de carne se le mete a la playera blanca que tiene. Vicenta medio se baja la tela dejándome ver el inicio de sus grandes pechos que ansío mamarle, para sacar el trocito de carne el cual deja sobre el aluminio.
Desabotono la parte superior del camuflado porque estoy asfixiándome del bochorno que me provoca mirarla porque siempre logra encender y perpetuar la lujuria inmoral que nunca he podido aniquilar.
Su mera imagen me ata y esclaviza como si de una cadena caliente al cuello se tratara, eso es algo que nadie jamás logrará provocar en mí porque estoy enfermo de ella: mi hembra, mi mujer, mi pequeña hermanita, esa que adoro ver abierta de piernas o montada sobre mí cabalgando la verga que siempre le ha pertenecido.
Vuelve a tomar otro taco para comérselo, pero esta vez su torpeza la lleva a un nivel catastrófico que genera en mí una dolorosa erección la cual no puedo ni quiero apaciguar. Grasa del taco le gotea en la tela blanca haciéndola gruñir en disgusto porque no son pequeñas gotas, sino una grande mancha que la hace ir a la puerta para cerrarla con pestillo y así removerse la playera quedando en un sexy sostén de encaje color lila el cual me funde la racionalidad.
Me relamo mis secos labios y me la trago visualmente como un depredador porque fácilmente me imagino rompiéndole el sostén para dejarla a mi merced. Casi puedo saborear esos rozados pezones que tanto daño me hacen porque son como veneno, aquello que me vuelve un animal irracional.
Verga, cómo amo sus tetas.
Cómo deseo mamárselas.
La capitana Ferrer camina a su escritorio de dónde saca una playera verde militar para colocársela rompiendo así mi diversión lo cual me hace bramar porque deseaba verla un rato más. Vuelve a sentarse para terminar su comida y después abre una paleta que encuentra entre sus lapiceros. Es color roja, tan redonda y perfecta que ella no duda en metérsela a la boca.
Entonces pierdo la compostura.
Aprieto los dientes al ver como la chupa a su antojo y juro por el diablo que deseo ir a su oficina para quitársela y rompérsela en pedacitos porque no quiero que lama nada más que mi puñetera verga la cual ya puedo sentir derramarse.
Más enojado que al principio, me acerco a la pared para soltar un puñetazo que me saca sangre, pero me vale verga. Con odio miro la jodida paleta sintiéndome realmente infantil por reaccionar de tal forma, pero es que no puedo evitarlo, aborrezco esa puñetera paleta.
Durante la próxima hora esta es mi rutina, observarla, analizarla, sentirme furioso y excitado. Ella no para de comer. Apenas termina un dulce, saca otro de no sé dónde. Cuando ya no aguanto más, me desabrocho el pantalón y estoy a nada de sacarme la verga para masturbarme, pero irrumpen mi paz haciendo que el móvil se me caiga del susto porque no han tocado la puerta.
Con rapidez pateo el móvil bajo el sofá sintiendo que me han descubierto haciendo algo ilegal, pero me relajo al ver que solo es Jake.
—No lo encontré —espeta el rubio con respiración agitada. Está empapado de sudor y hasta creo que tiembla—. Lo busqué por toda la central, pero no lo encontré y no recuerdo su cara.
—Revisa las cámaras.
—Ya lo hice —comparte, recargándose en la pared, pero gruño y se despega—. Pero no reconozco su complexión.
—¡Estupendo, Jake! ¡¿Es que siempre tengo que hacer todo yo?!
Furioso voy con Ava para que vocee a cada bastardo que participará en la fiesta de Jake. Necesito encontrar a ese hombre a como dé lugar.
—¿A qué hora pongo la junta, mi coronel? —pregunta Ava, colocándole el biberón a su hijo en la boca.
—¡Un cuarto para la de ya!
Me enruto al salón donde previamente estuvimos y empujo a todo aquel que se me atraviesa porque todo siempre debo hacerlo yo. Estoy que ardo, quiero ese puñetero papelito y lo voy a obtener.
El general Montalvo aparece de la nada e intenta detenerme diciéndome no sé qué vergas, pero lo silencio con un movimiento brusco de la mano y sigo mi trayecto porque tiempo para sus pendejadas no tengo cuando esto es de vida o muerte.
Encima, me duelen las puñeteras bolas.
Para cuando llego, cada bastardo está ya sentado en las sillas, pero de un grito los levanto que aquí no vienen a descansar, y si yo no tuve mi felicidad eyaculando, ellos no obtendrán la suya estando aplastados.
—¡¿A quién vergas le tocó ser la bestia?! —indago sintiendo los puños cosquillear porque ansío golpear a alguien—. ¡Hice una puñetera pregunta y van a responderme ya si no quieren ser bajados de rango!
Todos apuntan al teniente imbécil que tiembla como bambi. A zancadas me acerco a él tomándolo del cuello ordenando que los demás se larguen. Nos quedamos a solas en un santiamén.
—Dámelo —trueno muy cerca de su rostro, viendo como va perdiendo color—. No quieres que lo repita así que haz lo que te digo.
—N-No…
—¿Qué vergas has dicho?
—Q-Qué no… Yo… Quiero bailar con la capitana Ferrer.
—¿Cómo te enteraste que ella es la Bella?
—Lo iba gritando en el pasillo!
Jodida tonta. ¡La voy a estrangular!
—Sí, bueno, qué mal por ti. Pero tú no pondrás tus asquerosas manos en mi hermana así que dame el puñetero papelito ya o te mato.
—E-Eso es delito… Es solo un papel, coronel. Relájese.
Suelto una risa al tiempo que lo empujo haciendo que caiga al piso, su cabeza rebotando deliciosamente contra el piso. De un solo movimiento saco mi arma, coloco el silenciador y le disparo en las bolas haciéndolo gritar. Para mi fortuna la sala es insonorizada. Por las cámaras ni me preocupo, si Jesús sabe lo que le conviene borrará este clip.
—Me vale pito que sea delito, hijo de la verga —echo a reír y le suelto otro tiro en las bolas—. A mí me das ese papelito ya o la siguiente bala irá en tu glabela.
—N-No le tengo mied…
Ni siquiera espero a que termine porque le meto cinco tiros en la cabeza, matándolo. Esculco su uniforme encontrándome con el papelito que deseo. Lo abro leyendo lo que dice.
Personaje: Bestia
Película: La Bella y La Bestia.
Canción: Algo ahí.
—¿Lo ves, pendejo? A mí debes temerme —espeto al cadáver y mando un mensaje a Jake quien viene en cuestión de un minuto. Mira del teniente a mí con horror.
—Qué hicist…
—Descuartízalo y quémalo —ordeno, interrumpiéndolo—. Luego busca a tu amiguito Jesús y borra el clip.
—Pero…
No espero que diga nada más porque sonriendo salgo de la sala. Mañana me tocará estar con ella quiera o no.
Sé que está evitándome, pero de mí no escapará jamás porque día a día nuestra cadena inmoral se va acortando.
***No pues... RIP al teniente :(
Pobre teniente, todo por un papelito se dejó matar.😅
Santi celoso de la paleta y vigilando a Vicenta.🤭 Me encantó la segunda parte de este fanfic. ❤
JAJAJAJA AMO A SANTI CELOSO DE UNA PALETA 😂😂
Jajajajaja ay Santiago
Todo por no hacer caso
Un segundo de silencio por el Teniente En otras noticias amamos a MI BEBÉ SANTI PELEANDO POR SU HEMBRA 🙈💕